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Buenos días María José y compañeros. En mi caso realizo el curso porque soy madre de un niño autista además de maestra, aunque no ejerzo la profesión. Debo decir que una de las cosas más difíciles del autismo, al menos en los primeros años, es la desregulación emocional y sensorial que les lleva a conductas complicadas por no adaptarse adecuadamente a los diferentes estímulo y entornos en los que no se sienten cómodos. Además, el lenguaje es otro de los grandes problemas, pues sin un buen desarrollo del lenguaje, la comprensión, la expresión, el entendimiento de lo que le rodea se hace una batalla diaria.
Pero en mi opinión, lo más importante de todo a la hora de tratar a un niño autista es el conocimiento del propio niño, de su personalidad, de sus intereses y de la forma o el estilo de aprendizaje que tiene para cualquier actividad de la vida diaria o académica. Saber primero como reacciona a todo aquello que le rodea, cómo se siente en cada momento, cuáles son sus estereotipias. Es súper importante no alterar nuestro comportamiento cuando lo estamos corrigiendo. Igualmente no creo que haya que tratar de anular sus estereotipias, son su modo de autorregularse, simplemente, si vemos que se trata de conductas perjudiciales, tratar de desviar su atención hacia algo que le interese. Después de conocer bien al niño, lo mejor que se puede hacer es ordenarle la vida lo más que se pueda y ofrecerle oportunidades de comunicación y de relación social, sin obligarlo a nada. Además de esto, un buen programa de trabajo para él en el que se coordine el centro con la familia y los profesionales que lo atiendan, de ahí la insistencia en el orden. Y ser constantes con ello, haciendo las modificaciones necesarias cuando sea necesario, por el propio desarrollo del niño.
En mi caso, mi hijo está presentando conductas autoagresivas, entre otras muchas cosas, y ahí sí que debemos centrarnos para desviar la atención pero siempre con mucha calma y respeto, pues lo contrario es totalmente contraproducente.